Escrito por: Cindy Vargas
A tan solo veinte minutos de la ciudad de Danlí se encuentra la Finca Santa Emilia, uno de los tesoros escondidos entre las periferias de la ciudad las colinas.
Su entorno te permite conectarte con la naturaleza, disfrutar de atardeceres, cascadas de agua cristalina, senderos, y respirar aire puro acompañado del cantar de las aves y la interacción de los monos aulladores.
En el transcurso de la ruta encontraras frondosos árboles de pino, mango, bambú y otras especies de flora local.
Finca Santa Emilia está conformada por una reserva con 362 hectáreas y una altitud de 1, 200 metros sobre el nivel del mar.
Alrededor del año 1920 fue reconocida como la primera finca productora de café en el Departamento de El Paraíso con exportación hacia Europa.
Sus senderos
Para muchos es adrenalina por sus senderos y además por la existencia de serpientes de diferentes especies y tamaños.
Capitán y Colita, son dos canes que residen en la finca y conocen cada sendero, así también cada atajo para poder dar pasos firmes y llegar hasta el último rincón de tu aventura.
Los senderos importantes son las cascadas y las cuevas de Fausto, este es el sendero más largo y empinado, pero hacerlo es toda una maravillosa experiencia.
Área de acampar
Si deseas hacer una placentera velada al aire libre, con la iluminación de la luna y las estrellas este es el lugar ideal, ya que su inmensidad de bosque permite arropar a los turistas con campamentos.
Además, una vieja casa campo de campo te permite descansar en sus amplios corredores, el tradicional techo de teja te permitirá protegerte del sol y la lluvia.
Esta hermosa maravilla natural te otorga el privilegio de desconectarte de la realidad y crear una interconexión contigo mismo.