Cantarranas, Francisco Morazán. Con 21 años, Andrea Sauceda, quien actualmente estudia Lenguas Extranjeras en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), pasó de sentir que la música no era para ella a ser una multiinstrumentista (músico que toca varios instrumentos).
Sauceda toca los siguientes instrumentos: piano, flauta, ukelele y actualmente está aprendiendo a tocar guitarra, siendo este último un método para desestresarse de las clases.
El piano y la flauta los aprendió a ejecutar en el Conservatorio de Música Amadeus, mientras que el ukelele y la guitarra viendo tutoriales en YouTube.
La hondureña no solo toca instrumentos, también canta cuando los ejecuta; además, una de sus pasiones es actuar en obras musicales, sketch (obras humorísticas) e incluso en monólogos.
Por otra parte, se considera apasionada por el crochet, el cual lo comenzó a practicar en el colegio bilingüe Vida Abundante, cuando realizaban actividades de arte.
Andrea Sauceda y su vida artística:
Familia de artistas
La familia Sauceda González cuenta con cinco miembros (dos padres y tres hijos); cabe destacar que la familia ha sido una de las razones por la cual Andrea se inclinó a la música.
Su padre Ever Sauceda (63), egresado de la carrera de Ingeniería Industrial en la UNAH, toca la guitarra y el piano; no obstante, no tuvo una formación en una escuela de música para aprender a ejecutarlos, sino que aprendió por su propia cuenta.
Mientras que su madre Norma González (59), quien también se graduó en la UNAH de la carrera Química y Farmacia, ha sido la promotora para que sus hijos sean músicos.
De igual forma, su hermano mayor Alejandro (30), el cual recientemente se graduó de la carrera de Historia en la UNAH, toca el violín.
También está su hermano Luis (23), pasante de la carrera Ingeniería Eléctrica en la UNAH, quien también es multiinstrumentista, debido a que toca piano, violín, flauta, saxofón y guitarra.
Familia Sauceda González:
Inicios en la música
Su primer contacto con el arte fue a los cinco años, cuando sus papás la matricularon junto a su hermano Luis (quien tenía siete años) en el Conservatorio. Luis recibió clases de violín, mientras que Andrea recibió clases de piano y flauta.
Sin embargo, luego de aprender a tocar flauta, Sauceda cuenta que no se aprendió ninguna canción en piano, solamente las cosas básicas; por consiguiente, a los nueve años dejó de asistir al Conservatorio porque ya no expresaba ningún interés por la música, pero en su interior quedó esa “semilla” por este tipo de arte.
De acuerdo a Sauceda, la razón por la cual se desinteresó por la música, fue porque se sentía inferior ante su hermano Luis, debido a que todo instrumento se le hacía fácil de aprender, mientras que a ella no; es decir, todo el talento familiar lo había heredado él.
No obstante, cuando tenía 13 años, llegó su reencuentro con la música, luego que a Ever Sauceda la recomendaran para cantar durante un evento navideño en la Primera Iglesia Bautista de Tegucigalpa (PIB); según Andrea, su papá fue una de las personas que la motivó y le abrió paso al mundo artístico.
La hondureña menciona que, cuando decidió cantar, en ese instante vio la luz de esperanza, porque sí podía hacer lo que más le gusta, debido a que lo hacía con ganas y no era algo forzado; a partir de ese momento, continuó practicando el canto y se compró un ukelele.
Conexión musical
No solo los ánimos de sus papás fueron el motivo para seguir adelante, sino diversos amigos y artistas que miraba a través de YouTube.
Su inspiración principal fue la cantante Grace VanderWaal, quien tocó el ukelele durante una audición de America’s Got Talent 2016 e incluso fue la ganadora de la competición.
Audición de VanderWaal en America´s Got Talent 2016:
Luego de obtener el ukelele, decidió practicar viendo tutoriales en YouTube; sin embargo, como no estaba en una escuela de música había momentos que estaba entre “toco o no toco”; cabe destacar que la primera canción que ejecutó con este instrumento fue Océanos de Hillsong.
El objetivo principal al tener el ukelele, era tocarlo en la iglesia. Sin embargo, durante un lapso de tiempo dejó de practicar dicho instrumento, pero en el 2018, durante un campamento de la PIB, decidió que volvería a tocarlo con el motivo de alabar a Dios.
Participaciones en eventos
Uno de sus sueños era actuar en la obra de navidad del colegio, pero no había audiciones para ganarse un papel, sino que elegían a las personas por su propia cuenta.
Sin embargo, ese sueño se cumplió al participar en un teatro de sombras durante un evento de la PIB llamado “Alábale”.
Su participación más reciente fue en el 2020 para un evento de Palabra de Vida Honduras (PV) llamado “Jóvenes Involucrados”, donde jóvenes menores de 18 años pertenecientes a iglesias bautistas en distintas partes del país muestran su talento en distintas áreas.
Sauceda, en su última participación, la hizo en el área instrumental tocando el ukelele.
Participación de Andrea Sauceda para Jóvenes Involucrados 2020:
Planes presentes y futuros
La guitarra es el instrumento que está aprendiendo a tocar actualmente, aunque no se le ha hecho difícil debido a que ya había practicado las cosas básicas en el ukelele; cuando ya la sepa tocar, una de su meta es hacer fingerstyle (técnica de tocar la guitarra).
A pesar de que no se considera una persona creativa y no está en sus planes escribir una canción, le gustaría hacer una cover con Luis, en la cual, él tocaría varios instrumentos y ella cantaría.
También le interesa aprender teoría musical, con el objetivo de sacar acordes de canciones que no tienen tablaturas (cómo se lee la música y cuándo se toca un instrumento de cuerda).
Mientras que, en su vida académica, su sueño es irse a Francia para hacer el programa de la embajada de francesa, que consta en enviar personas que estudian la carrera de Lenguas Extranjeras con orientación al francés para que enseñen el idioma español.
Un cambio de vida
No todo fue fácil al momento de subirse a un escenario para interpretar una canción debido a que, cuando ensayaba en la iglesia, a veces sufría de pánico escénico , el cual superaría con el pasar del tiempo.
Según Sauceda, asistir a la iglesia ha sido la motivación de hacer las cosas para Dios, es decir, una voz en su conciencia que le dice “tengo este talento, ahora debo dárselo a Él”; por lo tanto, uno de sus deseos es ser utilizada por Dios a través de la música.
También considera que el arte no es una forma de expresión porque se le dificulta hacerlo, sino diversión y un resultado final de todo el esfuerzo que se invierte.
El arte ayudó a Andrea Sauceda de la siguiente manera:
El arte no solo es un pasatiempo, es un estilo de vida que beneficia a las personas que lo practican para expresarse, para reflejar sus sentimientos y para liberar el estrés; en Honduras, hay muchos jóvenes con diversos talentos artísticos en búsqueda de una oportunidad para mostrar su don, como el caso de Andrea Sauceda.