La fortaleza de San Fernando de Omao se encuentra situada en el departamento de Puerto Cortés una de las estructuras más emblemáticas de Honduras donde se encuentran historias y mitos del país, fue declarada por el Monumento Nacional según Acuerdo Ejecutivo No.170 del 20 de marzo de 1987.
Esta enorme estructura construida de piedra española, es uno de los iconos más famosos de Honduras y ha permanecido en el país durante tres siglos.
Historia de la Fuerte
La fuerte fue construida en el año 1775 en la época colonial por el Rey de España, Fernando VI, con el objetivo de defender el puerto y proteger las riquezas y la gente de los ataques de los piratas, sin embargo, cuando se terminó de construir la fortaleza, los piratas ya no eran una amenaza.
Entre sus principales riquezas se encontraba el oro, tabaco, plata y cacao eran resguardados en la Fortaleza de San Fernando en aquel entonces.
Su arquitectura fue en base de un estilo romano construido con piedras, ladrillos y partes de arrecifes, teniendo en cuenta que toda la fortaleza solo iba a tener tres paredes formando una especie de triángulo, para ayudar a tener más visibilidad al mar.
En 1909 el presidente de la república Honduras, Miguel Rafael Dávila, utilizo este sitio como penitenciario, donde las bolas de cañón que no tenían ningún uso en aquel entonces, eran amarradas a los pies de los prisioneros, con el objetivo que no se movieran de un lugar a otro.
Luego de 50 años después, se declaró como monumento nacional donde actualmente funciona como museo, siendo uno de los sitios más atractivos y llamativos por miles de turistas que visitan la zona por sus modelos de cañones y balas de la época.