La estadística es de los cuatro centros pedagógicos a nivel nacional en el período de 2017 a la fecha.
De acuerdo con las bases de datos del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI), 2,381 menores infractores han ingresado a los Centros Pedagógicos de Internamiento (CPI) por diferentes delitos en los últimos cinco años.
A nivel nacional existen cuatro centros pedagógicos de internamiento: CPI Sagrado Corazón de María (Tegucigalpa), CPI Renacimiento (Francisco Morazán), CPI Jalteva (Cedros FM) y CPI El Carmen e Intermedios en San Pedro Sula.
Del total de los menores infractores 219 son niñas entre 12 y 23 años de edad y se encuentran en el centro Sagrado Corazón de María, el resto son varones (2,162) distribuidos en los diferentes centros pedagógicos y la mayoría se encuentra entre los 12-23 años de edad.
Los jóvenes en conflicto con la ley se clasifican según el rango de edad, existe un grupo etario de menores entre 12-15 años, de 16 a 17 años y el grupo etario intermedio que corresponde a los mayores de 18 años hasta los 25 según los registros de INAMI.
Cada centro es responsable de velar que los menores infractores de la ley reciban el tratamiento respectivo para una rehabilitación integral en función de derechos humanos, principios, justicia, reinserción social y el debido cumplimiento a las medidas y/o sanciones que reciba cada infractor.
Delitos y causas
Los diez delitos que más se repiten según la estadística de INAMI son: extorsión, asesinato, homicidio simple y agravado, tráfico de drogas, asesinato, robo simple, agravado, violación, robo de vehículo y portación ilegal de armas de fuego, entre otros.
Los menores infractores reciben tratamiento y orientación de especialistas en diferentes áreas, también, a todos se les garantizan los derechos de la Convención Sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
Para la Psicóloga Alicia Lupita Benítez, en Honduras existe una serie de factores que influyen o que lleva a un joven a cometer un delito, “vivimos en una sociedad que no se interesa en la prevención, no se cuenta con programas ni recursos tanto económicos como didácticos para que los jóvenes puedan realizar actividades extra curriculares en las escuelas si es que tiene acceso ya que muchos de los menores infractores no pueden ni culminar la educación secundaria”.
Asimismo, el abuso de redes sociales sin la supervisión de los padres o encargados, sin embargo, la pobreza es una causa que provoca más impacto, los hace más vulnerables a formar parte de maras, pandillas y grupos organizados por todos los lujos o privilegios que puede llegar a tener.
Por otro lado, el hacinamiento en los hogares se presta para que las violaciones se den con mayor facilidad, “los niños duermen en la misma cama incluso con los padres y ver lo que hacen sus padres los lleva a imitar con sus hermanos lo que están viendo”.
El desempleo hace que las familias se vuelvan más disfuncionales, sea por migración o separación que los menores quedan al cuidado de los abuelos u otro familiar, quienes no siempre representan una figura de autoridad, expresó Benítez en una entrevista.
Programas de INAMI
Mediante Decreto Ejecutivo PCM-061-2017 del 14 de noviembre de 2017 se creó INAMI con competencia y atribuciones a nivel nacional, para liderar el sistema de justicia especializada mediante los diferentes centros pedagógicos y a través de cuatro programas de prevención, rehabilitación y reinserción social de los menores en conflicto con la ley.
El programa de salud y bienestar en los centros pedagógicos de internamiento para menores infractores es el que garantiza y brinda los servicios de atención médico-sanitaria, incluye lo relacionado en atención integral y permanente de médicos y enfermeras, así como los servicios de odontología, psicología, psiquiatría y asistencia social.
Asimismo, el programa de educación formal y no formal (oficios) en los centros pedagógicos es el que establece y mantiene en permanente vigencia las actividades educativas, que permitan la continuidad de la formación escolar en los menores infractores y en pro del desarrollo o fortalecimiento de habilidades necesarias para reinsertarse a la sociedad.
Existe un programa que vela exclusivamente por la seguridad de los menores en cada centro y el programa de medidas sustitutivas a la privación de libertad de los infractores, este es el encargado de hacer el debido seguimiento al proceso judicial, cuenta con el apoyo de profesionales del derecho, psicólogos y trabajadores sociales.
El Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores creó alianza con Visión Mundial Honduras quienes desarrollan talleres técnicos, capacitaciones en habilidades blandas y generación de emprendimientos para reinsertar a la sociedad a los menores en conflicto con la ley.